Juanelo

Visita El Show de Juanelo

jueves, marzo 23, 2006

Hace ene k no subia nada, na k decir de este escrito, solo un cuento, un volón como dice su titulo, saludos

Volón

En la radio pura música chatarra, nada agradable que pudiera animarlo, tenía ganas de fumar un cigarrillo, pero desgraciadamente no podía hacerlo en la casa, el tic-tac del reloj lo estaba volviendo loco, lo único que quería era pode salir y buscar libertad, tranquilidad y placer donde fuera necesario, no del tipo de placer mundano que Uds. Piensan, sino que un placer espiritual, aquel que llena el alma, no el cuerpo. El estaba dispuesto a llegar donde fuera necesario para poder alcanzar su objetivo, se vistió, tomo unos cigarros, su billetera, unas monedas y partió, pensó en llevar equipaje pero luego se auto convenció que de llegar a encontrar su objetivo no necesitaría nada mas que a el mismo. Los cigarros, bueno ya saben, algo que el nunca podía dejar, las monedas, para mas cigarrillos, y la billetera, solo por costumbre, fue así como comenzó su búsqueda.
La calle estaba vacía , excepto por uno que otro taxi que pasaba velozmente a su lado, el caminaba al ritmo de una canción que no podía recordar y por primera vez en años extraño el último regalo que le dio su papá antes de morir, no por el valor sentimental, sino que por la utilidad que tendría en estos momentos su walkman. Fue así como comenzó a imaginar que llevaba un personal y comenzaron a pasar por su cabeza frases tales como; concierto rock y guitarras, es la hora en rock and pop, la música comienza de cero, etc, etc, etc y comenzó un desfile de locutores y canciones que volverían loco a cualquiera, pero él siguió su búsqueda.
Al cabo de una hora de camino comenzó a tener frió y encendió un cigarrillo, se sorprendió al ver donde estaba y cuanto había caminado en una hora, contó su dinero y vio que le alcanzaba para tomar un bus solo de ida hacia el mar, sonrió al ver que la joven, de aproximadamente 25 años, usaba frenillos y pensó en el mismo cuando a la edad de 13 paso por eso y un pequeño escalofrío subió por su espalda, pago y vio que aún le quedaba un poco de dinero y eso le animó.
Ya en el bus decidió que era hora de dormir un poco, llegaría de noche y su búsqueda tendría que seguir, no podría dejarla por dormir... . Despertó en un terminal que ahora se llamaba rodo viario, al menos en esta parte del mundo, y eso lo hizo sonreír, caminó otra hora por calles solitarias, aunque de ves en cuando una que otra puta o una patrulla de pacos se le cruzaban, no le importaba, por que sentía porque sentía que ya estaba cerca de lo que buscaba, pensó en su familia que vivía en ese lugar pero ya era muy tarde y visitarlos solo lo retrasaría mas.
El frío comenzó a molestarlo nuevamente y tubo que encender otro cigarrillo, ya solo le quedaba uno así que se detuvo en una shell a comprar otra cajetilla, luego de eso siguió su camino.
Hacia mucho frío y el reloj marcaba casi las seis cuando el se detuvo, contemplo el mar con una fascinación creciente, nunca había visto el mar tan hermoso en la noche, por unos instantes sintió unos locos deseos de saltar al agua, pero estaba en un acantilado muy alto, a lo lejos unas gaviotas nocturnas se clavaban y desaparecían en la oscuridad del mar, al verlas él pensó; ¿por que no?, se quito la ropa y sin pensarlo dos veces saltó...
Cuando iba a medio camino de pronto recordó algo y se arrepintió de haber saltado, era muy alto, abajo habían piedras filosas, la corriente era fuerte, de caer bien, era demasiado empinado para volver a subir, pero ya no pudo hacer nada, solo resignarse, no podía volver a tras a buscar sus cigarrillos y el encendedor que se le quedaron en la camisa.

Fin

lunes, marzo 06, 2006

Quíen no ha soñado alguna vez con conocimiento ilimitado?, con poder saber todos los secretos de la vida y de la muerte?, creo k almenos para mi el alcansar ese conocimiento es el limite de la perfección pero cual seria el costo?, espero que lo disfruten, suerte

Pd: este cuento ice 2001, por que es la fecha cuando lo comence pero tarde mucho en poder darle la forma desiada.

El final de los días.

¿Algún día fuiste feliz? pregunte al viejo hombre que permanecía inmóvil frente a la niebla del tiempo...
¿Algún día brilló la alegría en tu mundo?, insistí...
Él me respondió con una gran carcajada que en ves de suavizar o alegrar mi espíritu, lo vació completamente, congeló mis esperanzas y alejó de mi cuerpo mi alma...
Disculpa si te ofendí, le respondí, sin saber por que su risa se hizo mas fuerte y aguda, una sonrisa se dibujó en su rostro, o al menos eso parecía, por que se asimilaba mas a una mueca diabólica, casi fantasmal, por un momento sus ojos brillaron con luz propia, como si estuvieran viendo dentro de mí, iluminando los rincones mas recónditos de mi alma, leyendo mis secretos mas oscuros, pero antes que pudiera darme cuenta volvieron a apagarse y a convertirse en dos antorchas sin fuego...
Estábamos sentados en unas rocas frente a un mar completamente oscuro, una fría noche nos cobijaba, una noche sin luna ni estrellas, solo unas espesas nubes que cubrían el cielo, a lo lejos se divisaban unas aves monstruosas, que aleteaban levantando una brisa húmeda que llegaba a nuestro rostro, él me indicó un cerro en el cual había una especie de cruz:
- Ahí estoy sepultado -, me dijo, - nunca he sabido el por que de la idea de sepultarme en un cerro, solo puedo creer que es mas difícil la muerte que la vida, o tal vez, solo trataron de enterrarme lo mas lejos posible para no tener que recordarme - , agregó.
Yo no sabía que decir, estaba totalmente anonadado por las características del paisaje, que escapaban a cualquier cosa conocida, era un mar infinito de tinieblas espesas, del cual solo sobresalían formaciones rocosas parecidas a la en que yo estaba, sin saber por que, comenzaron a aparecer de improviso no una sino que diez lunas, todas de diferente color y tamaño, dando unos tonos aún mas lúgubres al paisaje y aunque parezca tonto, todas esas lunas (si es que realmente lo eran) tenían facciones, si facciones, todas tenían cara, todas representaban algo, excepto felicidad... , pero eso no era lo peor, lo mas terrible eran esas aves, si es que se les podía llamar aves, tenían plumas eso sí, totalmente negras, eran inmensas, como grandes planeadores que giraban en círculos sobre nuestras cabezas, sus alas eran como dedos con largas uñas encorvadas, sus garras eran afiladas y sin duda asesinas, contemple nuevamente el cielo que comenzaba a despejarse, algunas estrellas habían aparecido en él, pero no eran comunes y corrientes, ya que eran unas enormes bolas de fuego que giraban como satélites alrededor de las lunas, dejando una siniestra estela rojiza a su paso.
El viejo hombre se puso de pié, medía cerca de dos metros, caminó hacia la orilla de la roca dándome la espalda e indicó con un dado hacia arriba.
- Nunca las oigas, su grito puede ser fatal, si no quieres terminar como yo es mejor que me hagas caso -
Levante mi cabeza sin entender del todo lo que aquel extraño ser me decía, y lo que vi me horrorizó aún mas, las aves estaban peleando entre sí, se mordían, por que ahora estaba seguro que tenían dientes, y se rasgaban con sus garras, por un momento pensé que iba a gritar ,pero me contuve llevando una mano a mi boca, no quería seguir mirando pero estaba hipnotizado por el siniestro y macabro espectáculo, de repente una de esos monstruos calló herido y comenzó a precipitarse hacia el mar, pero antes de que cayera, una gran masa gris salió del mar y la devoró en el aire.
- Que fue eso - , pregunté.
- No te preocupes es algo normal, tienen que alimentarlo o de lo contrario las devoraría a todas, es asunto de sobre vivencia, el mas débil siempre sucumbe ante el mas fuerte - , respondió. - Tápate os oídos, ahora viene su grito de triunfo -.
No alcancé a reaccionar, solo grite y comencé a sentir como miles de agudas agujas penetraban en mis oídos y llegaban directamente a mi cerebro, mi nariz comenzó a sangrar, mis ojos luchaban por salirse de sus orbitas, se me nubló la vista y caí gritando, tapé mis oídos con mis manos pero no sirvió de nada, su horrible grito estaba dentro de mi cabeza taladrando mis sesos, comencé a revolcarme en el suelo gritando de dolor, mis oídos también sangraban, el dolor se hizo mas intenso, recorría todo mi cuerpo, hasta que perdí el conocimiento...
- Despierta niño y límpiate esa sangre o acaso ¿quieres que leviatán venga por ti? -
Comencé a mover mi cabeza para poder despertar, aún me dolía todo el cuerpo y mis oídos zumbaban como si un pequeño cable con corriente los atravesara.
- ¿Despierta te digo o acaso estas sordo? -
No podía responderle, no podía articular palabra alguna.
- ¿Levántate imbecil o no te das cuenta que la sangre lo llama? -
- ¿Viene por nosotros? – fue lo único que alcance a articular.
- Por ti – me respondió, - es tu sangre, sangre fresca, yo ya no tengo con que alimentarlo y de todas formas nunca atacaría a un guardián-
- ¿Guardián de que? – le grité, pero antes de que pudiera responderme un terrible terremoto comenzó a sacudir la poca tierra que me sostenía, miré hacia arriba y las aves huían, el viejo hombre reía y tras él, una masa sin forma de un gris rojizo se levantó del mar, - ya es demasiado tarde - me dijo, - traté e advertirte pero tú no quisiste obedecer - , - ¿que esta pasando?, ¿que significa esto? – le pregunté, pero no obtuve ninguna respuesta, la masa se acercaba cada vez mas a mí y casi me tocaba cuando el cielo se abrió, la oscuridad dio paso a una luz dorada que me encegueció, el temblor cesó y cuando pude abrir mis ojos nuevamente pude ver al viejo hombre como realmente era, tenía piernas de cabra, su torso era humano, pero demasiado desarrollado y velludo, sus orejas eran largas y se pegaban a su cráneo, su boca se alargaba hacia los costados y se entre abría dejando ver unos colmillos anaranjados, tenía cuernos y una espesa cabellera negra que le llegaba hasta la cintura, él se cubrió la vista y se escondió tras unas rocas maldiciendo, levante mi vista y vi un ser hermoso y halado, un ser dorado que brillaba con luz propia, con largos cabellos rubios que flotaban en el aire, ahora menos que nunca podía entender lo que pasaba.
- ¿Que haces aquí? - me preguntó.
No sabía que decir, aún no podía salir de mi estupor, lo único que atine a hacer fue a agachar mi cabeza con vergüenza sin saber por qué.
- Busco la felicidad y el conocimiento para poder aprovecharla - , respondí.
- ¿No crees que este es un lugar poco indicado para buscarla? -
- Y si no aquí donde - le dije, - la he buscado toda mi vida sin siquiera acercarme a ella, si bien aquí no puedo encontrarla, al menos puedo obtener conocimiento para ayudar a los demás,
- Ayudar a quien ¿a ti mismo? -
- A mi alma- continué, - siempre estuvo luchando por una meta invisible, tratando de obtener el conocimiento absoluto y nunca se me dio una oportunidad...
- Nunca buscaste en el lugar indicado – me dijo, - ven con migo y te daré felicidad -
- ¿Felicidad y conocimiento? -
- Felicidad - respondió.
- No es justo, quiero ser Dios... -
Un gran trueno sonó sobre mi cabeza caí de rodillas azotado por un gran peso invisible, trate de levantarme y no pude, miré hacia el cielo y el ser halado se estaba alejando...
- Vuelve aquí - le rogué, - te suplico que no me dejes solo, no quise decir eso, pero no puedo renunciar a saber tengo derecho.
- ¿Derecho a qué?, ¿ a saber los secretos de la vida y de la muerte?, ¿a jugar con el destino de otros como jugaste con el tuyo?
- Quien eres tú y por que me haces esto, ¿por qué no me dejas saber?, lo necesito, viví y morí para esto, no es justo que me prives de eso...
- Yo no te lo puedo dar, yo solo vine a advertirte que no siguieras adelante con esto, pero veo que es demasiado tarde, adiós...
- No es justo... – grité.
- Tu no sabes lo que es justo o no, de echo no sabes nada y no me preguntes por que yo tampoco te lo puedo decir, - ves a ese ser – me preguntó apuntando hacia donde estaba escondido el viejo, - tiempo atrás él fue un hombre igual que tú, que también buscó el conocimiento absoluto y lo encontró, descubrió muchas cosas y ahora se esconde por que se avergüenza de si mismo, así como lo ves, es como el se ve así mismo, y tú serás como él, adiós... -
Él se elevó y fue tragado por la luz que fue desapareciendo lentamente hasta que nuevamente el cielo se cerro en tinieblas, mire hacia abajo y lo comprendí todo, el conocimiento que tanto busqué comenzó a llenar mi cabeza, ahora lo sabía todo, miles de ideas recorrían mi cerebro, pero la sensación no era placentera, tal como me lo dijo el ángel me arrepentí, traté de huir, pero sabia que no había escapatoria, todo era demasiado obvio ahora, conocí la maldad y la reconocí en mí, lloré de impotencia y me avergoncé de mi mismo, ya no podía ir a ninguna parte, me acerqué a la creatura, que ahora sabia, había vivido siglos, me senté a su lado y divisé mi nuevo hogar.
- Acostúmbrate a tu nueva casa – me dijo, - ahora serás un guardián del infierno al igual que yo, tu felicidad será ver como miles de almas se ahogan en este mar de sufrimientos, al igual que las aves el mas débil sucumbe ante el mas fuerte, disfruta de tu conocimiento porque será eterno -.
Traté de llorar pero ya no tenía lágrimas, ahora lo entendía todo, no había nada que no supiera, pero era demasiado para mí, ya no tendría ninguna oportunidad, pero tendría toda una eternidad para arrepentirme y cargar con mi cruz, y por supuesto, disfrutar de todo lo que sabia...


Fin.


Dago. 2001!!! Grunge!!!