Juanelo

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jueves, abril 27, 2006

Hace mucho k no actualizaba esto, ojala les guste este cuento, saludos adeUC
Camino a la luz. (el final del corredor o Pasillo)


Al despertar todo estaba oscuro, solo se veía una luz anaranjada al final de lo que parecía un pasillo que no era mas que un punto a la distancia, comencé a caminar hacia ella con los brazos extendidos temiendo chocar con algo. Cuando llevaba unos diez pasos avanzados, tropecé con algo que estaba tirado en el piso, sin saber por que le hablé y sin saber por qué me respondió. Ese algo resultó ser una persona, que al igual que yo, despertó en medio de la nada y comenzó a caminar hacia la luz, pero él había desistido, ya que no confiaba en ella, se había sentido más segura en medio de la oscuridad, sin hambre ni frío, ahí tirada hasta que algo pasara. Traté de convencerla de que siguiera adelante conmigo pero no tuve éxito, después de rendirme en mi intento, seguí avanzando hacia mi luz de esperanza en medio de esa oscuridad, dejando atrás esa figura que sin saber por que me resultaba demasiado familiar.
Pensé que sería mejor buscar la orilla, para así aferrarme a algo al caminar y de esa manera sentirme un poco mas seguro, me detuve y caminé treinta pasos hacia la derecha sin voltearme en esa dirección, si no que caminando de lado con la vista siempre fija en la luz y con mi brazo derecho extendido para tocar la pared (si la había), y no chocar con ella, pero no encontré nada. Un poco desilusionado, pero sin ánimo de darme por vencido, caminé cincuenta pasos mas de la misma manera, pero el resultado siguió siendo el mismo, en ese momento pensé que lo más probable era que había equivocado el lado y que la pared mas cercana estaba hacia la izquierda, extendí mi otro brazo y comencé a devolverme de la misma manera en la que había llegado.
Cuando hube avanzado ochenta pasos, (y si no me había desviado demasiado), debería estar en el mismo lugar del que había partido, tomé aire y comencé a andar nuevamente contando mis pasos tal como la vez anterior, caminé ciento noventa sin encontrar nada, ya mi desilusión era plena, no sabía por que estaba allí, no sabía donde estaba, no sabía hacia donde iba, todo era oscuridad, (excepto la luz al final del pasillo, aunque ya siquiera estaba seguro que fuera un pasillo), sin saber que hacer, comencé a sentir miedo, y si esto era lo suficientemente ancho para alejarme de la luz y perderme definitivamente en la oscuridad?, pensando en un metro por paso y pensando en que ya había contado doscientos setenta, el pasillo o lo que fuera medía al menos doscientos cincuenta metros, y pensando en que la luz era solo algo diminuto a la distancia, ¿quién me podía asegurar que aquello no era mas que la ranura de una puerta de la cual yo no tenía la llave y que se hallaba mucho mas cerca de lo que parecía?, pero por otra parte había caminado ciento noventa pasos hacia la izquierda y la perspectiva en la cual se veía la luz no había cambiado en absoluto y si esa luz hubiese sido algo tan pequeño como una ranura y se hubiera encontrado a una distancia prudente, por lo menos se hubiera movido un poco hacia la derecha, por un momento no supe que pensar, por otro lado había contado trescientos cincuenta pasos, eso quería decir que no me había tomado mas de seis minutos todo eso, recordé a ese extraño ser tirado en el piso y no quise darme por vencido y terminar igual que él, seguí pensando que podía alcanzar la luz antes de lo esperado, volví a caminar ciento ochenta pasos hacia la derecha para al menos volver al punto del que había partido y así mantener la ruta por la que venía.
Al intentar caminar hacia la luz nuevamente, sentí que mis piernas flaquearon y caí hacia delante con mis brazos extendidos pero algo detuvo mi marcha, algo frío, muy liso, en mis pies yacía una especie de cable muy grueso (fácilmente confundible con una serpiente), el cual había provocado mi caída, traté de incorporarme y me di cuenta que la luz seguía igual de pequeña al otro lado del muro, pero ahora se había vuelto mas brillante, seguí tocando la pared que me separaba de la luz, ahora totalmente seguro que era una especie de vidrio mas flexible, y no dudé en romperlo, lo golpeé con mis puños tan fuerte como pude y miles de trocitos de esa pared se incrustaron en mis manos, sentía como la tibia sangre comenzaba a cubrirlas, pero ni eso ni el dolor importaban ahora, cada vez me sentía mas cerca de mi meta, agrandé el agujero con mis pies y lo atravesé, no sabía porqué, pero mi corazón latía mas fuerte que nunca, ahora sí, la luz se estaba agrandando, me llamaba, algo en mí me decía que no fuera, recordé a la persona tirada en el piso y la sentí parte de mí, como si hubiese estado solo en mi cabeza tratando de aconsejarme y ahora me rogara que volviera, que no me acercara a la luz, todavía se adherían a mí trozos de ese extraño vidrio, estaba bañado de una mezcla de sangre con un líquido viscoso que corría a mis por mis pies hacia la luz, sin poder explicarlo ese líquido me pareció demasiado familiar ya no había dolor, solo ansiedad, me di cuenta que la luz era cada vez mas grande y no porque yo fuera acercándome hacia ella, parecía tener vida propia, como un agujero que se agranda por si mismo para tragar todo lo que está a su alrededor , la luz se hacia cada vez mas potente, mas intensa, la oscuridad se estaba yendo, podía ver mi cuerpo que estaba completamente desnudo, podía ver mis manos que me parecieron demasiado pequeñas y que al igual que el resto de mí, estaban cubiertas de sangre mezclada con ese extraño líquido, todo era muy familiar, pero ¿porqué?, por un momento me detuve, no sabia por que , pero la luz se hacia cada vez mas grande, ya con mayor claridad pude darme cuenta que lo que me había parecido vidrio en una primera instancia, era una especie de membrana transparente, que la sangre en mi cuerpo y mis manos no era mía, ya que no tenía ninguna herida, por un momento comencé a entender, no había encontrado paredes por que no había caminado y cuando realmente lo hice, caí y choqué con aquel muro que ahora estaba completamente destruido, nunca había encontrado a ninguna persona, ya que solo era una voz en mi cabeza que bien pudo ser mi conciencia, comencé a recorrer el lugar con mi vista y lo reconocí inmediatamente, de improviso la luz se hizo demasiado grande y potente, ya no era anaranjada si no de un amarillo pálido, era tan fuerte que daño mis ojos y tuve que cerrarlos, sentí que unas manos demasiado grandes y fuertes aferraban y tiraban mi cabeza, el dolor no se hizo esperar, traté de aferrarme del piso, de los restos de membrana, de las paredes circulares que me rodeaban y que ahora si que podía ver claramente, pero mis manos resbalaban al contacto, miles de sonidos llegaban a mis oídos desde la luz, dañándolos y penetrando fieramente en mi cabeza con un agudo dolor, la luz ahora demasiado brillante dañaba aún más mis ojos traspasando mis párpados cerrados, comencé a desesperarme, la luz, los sonidos, el dolor, me estaba asfixiando, no podía respirar, tome una bocanada de aire que se incrusto como miles de agujas en mis pulmones, el dolor era demasiado intenso, necesitaba respirar, pero el sufrimiento era insoportable, sentía que mis pulmones iban a reventar, comencé a llorar, a gritar, traté de abrir los ojos pero la luz taladró incluso mi cerebro, lloré mas fuerte, sentí un frío intenso, las manos aflojaron su presión, continué llorando con todas mis fuerzas, con miedo, con dolor, escuché suspiros de alivio a mi alrededor, de emoción, risas y felicitaciones de todas direcciones y una voz aguda y fuerte que decía;
- No se preocupe salió todo bien, es un niñito sanito...


Fin.

Dago!!!

domingo, abril 02, 2006

Bueno hay ene gente k le tiene miedo a la oscuridad y esas cosas, este escrito esta dedicado para una maiga a la cual kiero mucho, y teme hasta de su sombra, aitata

Pesadillas Nocturnas

Cuando el sol oculta su brillo tras el horizonte y la luna nos baña con su mortecina luz, aparecen ellos, nuestros temores..., nuestros fantasmas y monstruos sales de sus armarios a apoderarse de nuestras almas y a incrustarse en nuestros pensamientos, nos obligan a actuar como imbéciles e incluso a veces hasta a gritar..., salen de algún rincón, alguna sombra, e incluso de debajo de nuestras camas para subirse a nuestras espaldas o tomarnos de una mano , para así atormentarnos por toda una noche que a veces parece una eternidad.
La soledad inunda las calles, el frío viento nocturno golpea nuestras ventanas y la desolación inunda nuestros corazones, los perros comienzan a aullar a la luna, si es que tenemos suerte y aparece para ayudarnos de alguna forma a ahuyentar las tinieblas y sombras, las aves nocturnas comienzan a revolotear, agitando sus alas para volar en círculos en su macabro ritual, las paredes cansadas por el tiempo y reteniendo todos los ruidos del día se relajan, y comienzan a soltarlos con crujidos, risas e incluso llantos, a esos llantos se suma uno que otro gato llorando por no tener donde esconderse de los horrores de la noche que se acercan con su sombra.
Todo esto se siente, se percibe incluso en el aire que respiramos, tratamos de no mirar, cubriéndonos la cabeza con algo o cubriéndonos los ojos con las manos es que aún estamos levantados, o simplemente metiéndonos bajo las sábanas si es que ya estamos acostados, pero todo esto es inútil, ya que los seguimos viendo con los ojos de nuestra imaginación, que a veces los agranda, los vuelve aún más horribles y poderosos e incluso los sigue viendo cuando ya se han ido, nos negamos a escucharlos, pero de todos modos oímos sus voces dentro de nuestras cabezas, incluso si estiramos la mano fuera de nuestra fortaleza de sábanas y frazadas podemos tocarlos pero sin sentirlos.
El reloj avanza lentamente, su tic-tac se hace cada vez más fuerte y se mezcla con los latidos de nuestro corazón, nuestra respiración se vuelve cada vez mas pesada, ya que el aire escasea en oxigeno dentro de nuestro refugio y si estábamos levantados el miedo seguro nos arrastro a nuestras camas. Ya el sueño se ha ido, la programación de la TV ya ha finalizado por hoy sus transmisiones y no nos atrevemos a estirar nuestro brazo para encender la radio o buscar el control remoto, para leer se necesita luz, y por miedo a lo que uno puede ver, nos abstenemos de encenderla, los minutos transcurren lentamente y uno solo puede esperar y orar bajo las sábanas hasta que el sonido de un gallo lejano o un despertador nos avisa que otro día ha comenzado, ya poco nos acordamos, pero sabemos , que cuando anochezca, a algo hay que temer...

Dago Grunge!!!
1999!!!