Canto segundo: Al cielo y la lluvia

Caída

Y el cielo no paraba de llorar desgarrando mi piel con sus lagrimas afiladas como espadas, incrustándose lenta y suavemente en mi cuerpo, entrando en mi cabeza...
El frío viento me envuelve con sus helados brazos, acariciándome con sus manos, penetrando por los agujeros que va dejando la lluvia, recorriendo mis entrañas y dejando un témpano en mi pecho, trato de llorar, pero mis lágrimas se congelaron y se niegan a salir, mis ojos comienzan a doler hasta reventar por la presión, dejando solo un manto rojo en su lugar, abro mi boca y saco mi lengua para lograr rescatar algo de mi liquido vital, pero es cercenada por el cielo y sus dagas, caigo de rodillas ciego y mudo, solo escucho como al rebotar las gotas se ríen de mi desgracia, apoyo mis manos en el frío suelo y siento como mis dedos son mutilados. Lágrimas mezcladas con sangre mojan la tierra ya húmeda, germinándola con semillas de amargura, ya estoy derrotado, siempre lo estuve, pero si he de caer, caeré dignamente, levanto mi rostro al cielo, y clamo con un grito mudo, mis gemidos se transforman en llanto, y así, con mi rostro hacia las alturas, veo mi propia caída en mi interior, siento como dagas atraviesan mi cabeza, mi cerebro se despedaza pero no dejo de pensar, lentamente mi cuerpo se desgarra y sus trozos van mezclándose con el barro, mis extremidades desaparecen, pero me volteo y miro ciegamente al cielo, no esconderé mi rostro, si quieres tomarme, mírame y recuerda mi cara, me desvanezco lentamente, y mi cuerpo se hace uno con la tierra...