Iloca
Mirando al horizonte un paisaje muchas veces deseado, me encuentro solo con escombros y un mar azul que se ha vuelto gris y más salado que de costumbre por todas las lágrimas ahí derramadas. Hoy he visto la muerte y la destrucción tres semanas después que se presentara a invadir el tranquilo sueño de miles de personas, he aguantado las lágrimas sólo por cumplir mi deber de apoyar a toda esa gente que vio sus vidas invadidas por toda esta destrucción y por que una persona que caminaba a mi lado me dio fuerzas cuando comenzaba a perderlas.
Hoy subí a un bus en un lugar conocido y tranquilo, y desperté en otro donde el dolor y la desolación estaba en cada rincón donde fijaba mi vista, comencé a divisar a los primeros sobrevivientes de una noche de pesadilla que aún buscaban sus pertenencias entre escombros de casas que los albergaron tantas noches felices, las escenas eran siniestras y se repetían una tras otra, como un pueblo fantasma que había sido bombardeado en una guerra que solo atacó ese lugar que alguna vez fue un tranquilo pueblo costero, mi ánimo y esperanza decaían a cada paso que daba, hasta que apareció su gente, estrechó mi mano y agradeció cada una de mis palabras y sonrió al recibir lo poco que podía entregarle en ese momento, la sonrisa mas radiante que alguna vez recordaré, una sonrisa que es símbolo de fuerza y esperanza, sus abrazos y voces me dieron a mi las fuerzas y esperanzas que yo venia a entregarles, y me ayudaron a sentirme totalmente vivo.
Hoy vine al sur a entregar ayuda, y un poco de apoyo, pero fui yo el que recibió un gran regalo, vuelvo a casa lleno de vida y esperanza, sabiendo que el espíritu humano no podrá ser doblegado mientras exista en el una gota de esperanza.
Hoy me tocó vivir una experiencia que tocó mi corazón y me hizo sentir totalmente vivo, lleno, agradecido de estar y de poder seguir.
Hoy vuelvo a casa totalmente feliz por el simple hecho de estar vivo y por poder entregar y compartir una sonrisa y unas pocas palabras con esa gente tan llena de vida entre tanta muerte.
Hoy vuelvo a casa, ahora me toca vivir.
Camino a Santiago, sábado 20 de marzo.
viernes, marzo 26, 2010
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3 comentarios:
me alegre saber que estas bien, y que nacen nuevas ganas de vivir...
Creo que ver a esa gente y sentir por un minuto su dolor, nos hace mas humanos. Al leer lo que escribiste me doy cuenta cada dia que eres uno de los pocos que les gusta guardar sus memorias, aunque sea en un computador. Espero que sigas subiendo tus escritos, que por lo demás son bastante lindos. Cuidate..
nada de eso puede resumirse en palabras pero creo q lo hiciste bien...sigo sorprendida por tu forma de pensar , hay muy pocas personas como tu...la verdad espero q no cambies a lo largo de tu vida...
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